martes, 30 de agosto de 2011

COMENTARIO LECCIÓN INAUGURAL: LECTURAS Y ESCRITURAS VIVIDAS: UNA FORMACIÓN DE SENTIDO DE CLARA CUERVO MONDRAGON

La lectura y escritura son necesidades básicas en el devenir del tiempo para los seres humanos, ya que se convierten en herramienta para expresar sentimientos, ideas y pensamientos, dichos procesos se convierten en prácticas sociales donde se aprovecha cualquier situación para comunicar con intencionalidad y sentido. La lectura y escritura existen, porque el hombre tiene la necesidad de relacionarse socialmente, y se instituyen como una forma de inclusión social ya que en la actualidad, son condiciones  para la supervivencia social.
El texto “Lección inaugural: Lecturas y Escrituras vividas: Una formación de sentido” de Clara Cuervo,  presenta la autobiografía de la autora quien hace la presentación de la historia de vida, donde relata diferentes momentos  de la existencia resaltando la manera como empezó a leer distintas situaciones cotidianas desde su niñez y a acceder a la escritura a través de canciones, rondas o retahílas. Además,  narra la forma como cada etapa de la vida fue importante para fortalecer la lectura y la escritura, que contribuyeron a mejorar dichos procesos para tener una perspectiva con sentido y diferente ante el mundo.   Asimismo, a conocer el pensamiento de autores los cuales desde sus ideologías le ayudaron a amar la vida, lo que la sedujo  a convertirla  en escritora.
Así, la autora muestra la importancia de la lectura y la escritura  en el transcurso de la vida, procesos que influyeron en el cambio de pensamiento y de ideología, para ver el mundo de diferente manera, también para comprender adversidades o frustraciones desde temprana edad, que con el tiempo se pueden superar, sólo a través de estos procesos, porque se emplean como proceso de catarsis.
En primer lugar, presenta el lugar donde vivía y quienes la rodearon, para luego empezar a describir  la manera como aprendió  a leer donde fue fundamental los sentidos corporales, distintas situaciones cotidianas, como las gotas de lluvia sobre el tejado, el ruido de los pericos, el sonido de las  caceroladas en las  tinas de agua; igualmente las letras de las canciones, rondas y retahílas fueron también base para   lectura, otra forma de leer fue a partir de las historias escuchadas de una colección de cuentos por audio, así como las radionovelas entre ellas, Kalimán.
En segundo lugar, da a conocer el castigo que recibió al no poder hacer la letra m, así como  el amor que le tenía a los libros nuevos, pues le encantaba oler las hojas, tenerlos cerca y como a través de ellos se comunicaba con el mundo transmitiéndole mensajes e imágenes. En este tiempo inició  el primer año de escolaridad, donde libros como La alegría de leer, el libro de Matemáticas y el de Religión, la seducían y le producían sensaciones diferentes. Y aunque no en la casa no había biblioteca, su padre  leía   novelas policiacas, pero un día le regaló un libro de cuentos sobre Adán,  Eva y Abraham, que cada vez la atraía y se sentía atrapada por la lectura.
En tercer lugar, el cambio de domicilio a los ocho años de edad con otra familia, fue la oportunidad de frecuentar la variedad de libros existentes en la biblioteca, donde se podían encontrar novelas, cuentos, revistas, poesías, entre otros. Estos libros fueron de gran aporte para aprender poesías y recitarlas en eventos familiares o en el colegio, también los libros de las amigas como Condorito, contribuyeron a desarrollar el gusto por la lectura y por la fantasía.
En cuarto lugar, el contexto escolar no respondía a los intereses que tenía como estudiante, porque los contenidos se centraban en conocimientos gramaticales, en resúmenes de libros insistiendo en la ortografía, de tal manera que no encontraba sentido en lo que aprendía, quitándole la esencia que tiene la lectura en el poder imaginar, en la música y el olor. Aunque frecuentó algunos libros como el Señor Presidente, La María, Huasipungo, entre otros, son muy pocos los que recuerda y tiene en la memoria, pero a pesar de ello, le aportaron conocimientos,  descubriendo mundos apasionantes y el amor por las historias.
En quinto lugar, explica como en la Universidad  descubre   el conocimiento y la pasión por la lectura, además, los maestros de literatura quienes le hicieron leer a Flaubert, y a Walt Whitman. En sexto lugar, formó un taller de literatura   llamado Tachones junto con una maestra, fue ahí cuando leyeron a poetas colombianos, latinoamericanos; empezando a realizar los primeros escritos que fueron leídos entre ellas, y a conocer los verdaderos amigos,  así frecuentaron a muchos literatos como a Pedro Salinas, Nietzsche y Ziraldo, autores que le aportaron gran conocimiento sobre la forma de vivir y la concepción ante la vida.
En séptimo lugar, relata la historia de su profesión  de maestra  momento en el que le traía recuerdos de su infancia, en donde había tomado por costumbre de autoevaluarse, de mirarse detenidamente, debido a la actitud y castigos que recibía  de su padre de calificarla constantemente  en la niñez, además cuando tenía diez años él se fue de la casa,  recuerdos y dolor que le quedaron grabados en la memoria. Lo anterior conllevó a  sentir inseguridad cuando tenía que enfrentarse a otros donde debía ser evaluada, llevándola a juzgarse a sí misma y a reprimirse, hasta sentir gusto por el dolor. Hecho que la orientó a concebir la crueldad como opción de vida, en ese lapso se fascinó y frecuentó poetas suicidas como Poe, Silva, Quiroga, entre otros, es decir la vida era sin sentido, hasta experimentar la depresión, y los niños le hicieron cambiar la perspectiva frente al mundo.
En octavo lugar, de nuevo dio sentido a la vida junto a su hija y sobrinos, por eso retomó libros de su infancia, porque le permitían de nuevo sonar, imaginar, ver, tocar palpar, y pensar. Los infantes le ayudaron a reafirmar la existencia a igual que las novenas navideñas.  En noveno lugar, narra la experiencia de docente de un colegio en grado noveno, donde los estudiantes habían tenido un compañero que se había suicidado, él quien leyó a poetas suicidas, escribió poemas de desesperanza, por supuesto los compañeros sentían el gusto por el dolor y la muerte. Esto la llevó a realizar un proyecto de aula, con el propósito de que todos escribieran  un libro de poemas, por ello, frecuentaron a varios poetas latinoamericanos, y españoles que vivieron la guerra civil, donde sacaron la enseñanza que a pesar del dolor hay posibilidad para seguir y amar.
En décimo lugar, frecuenta libros de filosofía, pedagogía y literatura, entre ellos a Estanislao Zuleta, que habla sobre la importancia de aceptar los conflictos  como parte de la naturaleza social, Paulo Freire quien invita a denunciar y a anunciar, Mijaíl Batjim dice junto con los otros forma voces, Humberto Maturana plantea lo fundamental del amor para poder convivir, Jorge Larrosa trata el tema de dejarse afectar y perpetuar. Finalmente, expone la manera como se convierte en escritora, porque desde joven escribió poemas dedicados al amor, desencanto, desamor, dolor, desencanto y fantasía. Es la escritura el medio por el cual se puede decir lo que se desee, de expresar sentimientos e ideas, y ante todo la forma para volver a reencontrarse consigo misma.
Con lo expuesto  anteriormente basado en el texto  Lección inaugural: Lecturas y Escrituras vividas: Una formación de sentido” de Clara Cuervo,   significa que el ser humano desde temprana edad está inmerso en el contexto de la lectura para poder comprender situaciones de su entorno, quien a través de sus sentidos corporales logra discernir  el significado de lo que sucede a su alrededor. De tal manera que, situaciones tan sencillas como el ruido de las gotas en el tejado, los ruidos de los pájaros, los gritos de familiares,  entre otras, le permiten interpretar lo que está sucediendo sin necesidad de recurrir en esa etapa a la palabra escrita, sino que es una forma para aprender a leer de manera significativa las eventualidades de la vida.
Quien debe poner en juego la vista, el tacto, el olfato, el gusto  y el tacto, para adquirir conocimiento, el cual queda grabado en la memoria y se recuerda durante la vida.   Además, las historias infantiles, rondas y canciones escuchadas mediante los audios, permiten al infante desarrollar la capacidad de escucha y a su vez, de imaginar otros mundos posibles, lo que conlleva a que el niño despierte interés por la fantasía y el gusto por la lectura.
Asimismo, la lectura se convierte en una necesidad para poder interactuar con el conocimiento plasmado en los diferentes textos, es en la escuela donde se  abre la posibilidad para acceder a conocimientos más especializados, y fortalecer el gusto por este proceso. Porque la lectura ofrece conocimiento e ideologías para concebir el mundo y la vida de forma diferente. Pero no todas las veces, el educando encuentra sentido a lo que la escuela imparte, pues los intereses dentro del contexto escolar son orientados a enseñar conocimientos gramaticales enfatizando la ortografía, dejando de lado lo que en verdad le interesa al estudiante, porque olvida que el educando debe encontrar sentido en lo que aprende fuera de la escuela quien lo hace por interés, con lo que debe ofrecer el contexto escolar. Puesto que la escuela presta mayor importancia a brindar conocimientos que sean útiles para la sociedad, de tal manera que el estudiante desarrolle capacidades para desempeñarse laboralmente, y por ello, coarta la  imaginación.
Es tal vez, en la universidad que a través de la lectura de textos literarios o de otra área del conocimiento ofrecen la posibilidad al estudiante para poder encontrar sentido  a la vida, el poder comprender cuestionamientos que todo ser humano se plantea en un momento determinado de la vida, para adquirir otra perspectiva frente al mundo y frente a los otros. Es la oportunidad del estudiante para encontrar respuesta a las inquietudes y girar el rumbo de su vida. Asimismo, la familia es eje fundamental para promover la lectura, ya que a partir de los distintos actos comunicativos o gestos transmiten mensajes con distintas intencionalidades, los cuales van quedando en la memoria de los infantes.
Y estos recuerdos de la infancia, ayudan a determinar la seguridad o inseguridad, que manifiesta el ser humano en cualquier época de la vida, lo que conlleva a experimentar temores, miedos o frustraciones que tienen que superarse a tiempo, para poder superar dificultades. Los amigos, forman parte del proceso de  la lectura ya que son de gran influencia para conocer ideologías de autores que contribuyen a afianzar el pensamiento del ser humano. Por tanto, los libros abren el conocimiento y entendimiento de los seres, los cuales son de gran ayuda en el proceso de autoafirmación como persona,  y a partir de estos, cada uno de los autores quienes escribieron porque experimentaron una vivencia determinada, pueden aportar legados a la posteridad, a fin de que comprendan que la persona puede dar sentido a la existencia, y en cada cosa que por pequeña que haga, tiene sentido y valor como  para él mismo como para los demás.
Finalmente, la lectura es una forma para incentivar la escritura en el estudiante pues, a través de ella, el autor puede expresar con palabras pensamientos, ideas y conocimientos, donde se convierte en una herramienta para volver así mismo, reencontrarse consigo mismo, ver fortalezas, miedos, debilidades y poder mediante escritura impregnarle imaginación para cambiar esos temores, convirtiéndola en situaciones mezcladas con la fantasía. 

RESEÑA ¿LOS MAESTROS DE LITERATURA LEEN Y ESCRIBEN? ENTRE GANSOS Y VACAS: ESCUELA, LECTURA Y LITERATURA

AUTOR:   ANA MARÍA MACHADO
AÑO DE PUBLICACION: 2002. EN LECTURA, ESCUELA Y CREACIÓN LITERARIA.
PAIS: MADRID
EDITORIAL: ANAYA
No. DE PAGINAS: 16 PÁGS.

La autora empieza contando, los hechos sucedidos   en Montevideo cuando hizo el lanzamiento  del Libro para jóvenes  titulado “Uma vontade louca” dirigido a profesores, allí dio a conocer cómo nació el libro,   aclarando  las diferencias entre el pensamiento científico e imaginario. Enfatizó también sobre el lenguaje narrativo y el acto de escribir, especialmente en narradores adolescentes, luego, leyó un capítulo de la obra, donde uno de los participantes preguntó por los personajes del libro, pero nadie la cuestionó, aunque es una pregunta que promueve  el espíritu humano y el conocimiento  de la literatura.
 Pues desde el punto de vista de Machado, muy pocos son los jóvenes que les gusta leer.  Posteriormente, en el debate surgieron cuestionamientos por parte de los profesores  quienes preguntaron sobre qué hacer para que los niños lean más, es decir hubo interés por las técnicas para motivar a los estudiantes en la lectura.   La autora de esta manera  cuestiona este interrogante, ya que no se trata de que los niños aprendan este proceso como modo de recetario. Además, preguntó acerca de los libros que estaban leyendo y nadie contestó la pregunta, lo que devela que no existe lectura fecunda.
De igual manera, narra otra experiencia en Mato Grosso (Brasil) cerca de la frontera con Bolivia, en donde varias docentes rurales asistieron a un curso por alcaldía. Allí conoció a una docente con escasos estudios y  formación pedagógica, era maestra de una escuela en donde tenía un grupo de cuarenta  estudiantes entre los siete y los quince años, en este lugar solo había dos libros. Entonces, pidió a los estudiantes que cada uno consultara historias en la familia para luego, contarlas en el aula de clase, así cada día contaban una, la cual se comentaba,  transcribía o  dibujaban; armando para ello, un cuaderno especial donde recolectaban dichas historias, uno de almas, y otro relacionado al folclore, indios o animales. Estos libros aunque no son literatura, se constituyen en fuentes de literatura oral.
Pero al comparar, el grupo de estudiantes de los dos docentes en mención, indudablemente hay gran diferencia entre ellos;  por un lado,  los educandos del primer docente leen por obligación, para luego dar respuesta a una serie de preguntas verificando comprensión, pues no la ven como agradable e importante. Por otro, los estudiantes de la segunda docente, de manera implícita desarrollaron la vocación de lectores durante la vida, pues despertaron la curiosidad que poseen los libros y leerán todo lo que esté a su alcance. 
Otra experiencia que explica fue cuando asistió a una mesa redonda en Barcelona, donde especialistas comentaban lo que podían hacer  padres y profesores para que los estudiantes leyeran más, convirtiendo este evento en técnicas o recetas comparadas con costumbres cotidianas o hábitos  de higiene. Este momento fue oportuno para Machado, quien  modificó la pregunta relacionada a lo que se puede hacer para que los padres y profesores lean más; pero no recibió respuesta alguna. Lo anterior, fue fundamental para deducir que es importante el ejemplo de lectura que reciben  por parte de los adultos, para que los niños lean, tal como aprendieron a realizar actividades cotidianas, hasta convertirse en cultura. Y es la familia la encargada de dar ejemplo lector, pero si ésta no asume tal compromiso, la escuela tiene la misión de formar futuros lectores. Por tanto han emprendido programas y proyectos para que los libros lleguen a la escuela.
No obstante, los esfuerzos han sido muchos y los resultados han sido pocos. Porque cuando los niños llegan a la adolescencia, pierden el impulso por leer y existe el facilismo por este proceso, abandonando así los libros. Puesto que los programas de lectura, plantean la utilidad e incentivación a los niños  para leer, pero falta coordinación con los docentes, pues ellos, no dan la misma importancia ni utilidad a la lectura. De tal forma que no son ejemplo para los educandos ni tampoco portan contagio y entusiasmo por los libros. A pesar de este tipo de docentes, hay otros que con su ejemplo contribuyen a formar estudiantes lectores, porque son apasionados por los libros y por la lectura, debido a su al tipo de formación recibida. Asimismo cuestiona la formación de maestros, pues no tienen  la capacidad de transmitir o legar el amor por la literatura a sus estudiantes.
Y argumenta que, los maestros recién formados llegan a la escuela sin saber qué hacer con los libros  y los pequeños animales humanos.  Por tanto, hay maestros que cogen a los educandos como gansos, los cogen por el pescuezo, los estancan y les hacen tragar una cantidad de comida con precaución de no alimentarlos  de verdad, con el propósito de venderlos en el mercado con buena calidad. Mientras que otros, los tratan como vacas que a través de caricias, los utilizan para sólo para sacar el mejor provecho de ellos, a fin de afianzar el sistema y asegurar la continuidad del negocio y obtener ganancias, afirmando el buen funcionamiento de la granja.
La escuela, es comparada con la situación anterior, ya que se interesa por meter bastante información inútil y la evaluación utilitarista que aplica. Pese a los múltiples programas de lectura y la gran cantidad de libros  que posee, logrando que los niños lean más que épocas anteriores, reduciendo el analfabetismo, pero no significa que los jóvenes y niños se animen a leer. Tal vez porque le falta fomentar la curiosidad y el ejemplo, para descubrir la lectura, y el deseo por leer por iniciativa propia. De pronto si hubiera un maestro diferente que un día cualquiera llegara al aula de clase y abre un libro, donde lee un párrafo sobre una determinada obra, esto conllevaría a despertar la curiosidad por la lectura, la cual permite crear imágenes, situaciones, ideas y personajes.  A partir de escuchar la lectura, se  despierta la curiosidad por los libros. 
Los programas de lectura han ido poco a poco contribuyendo al estancamiento de la lectura, donde cada vez se edita más y hay multiciplidad, pero no se sabe claramente que leer, o que tipo de material se les da a los niños para leer, aumentando la literatura de consumo y evita el encuentro con la literatura. Es fundamental, dejar claro que los libros no son sinónimo de literatura, ya que hay algunos de consumo, y en ocasiones se desperdicia la lectura abordando libros instructivos y de autoayuda. En la lectura se  lee para  pensar, descifrar, argumentar, razonar, disentir, unir y confrontar diversa ideas. Solo la sociedad es democrática si todos acceden a la literatura. Aunque la literatura era un momento determinado para la elite social, pero que algunos individuos la descubrieron por medio de un lector o de una biblioteca.
 No hay encuentro de los maestros con la literatura, y aun así deben facilitarlo entre jóvenes y literatura. Pero cuando se trata de libros para niños, el docente debe hojearlos y hablar con entusiasmo de los que le llaman la atención;  en el caso de los libros para jóvenes debe tener la capacidad de elegirlos, discerniendo cuales son buenos o malos, si caer en el facilismo de lectura de textos publicitarios. Es por ello primordial, descubrir estrategias que le permitan al docente entrar en el mundo de la literatura de manera atractiva, que a su vez le despierten pasión por la lectura, y la literatura. La autora además, narra que asistió a una conferencia en la universidad donde solo leía poemas, fragmentos de novelas, cuentos y los profesores no los conocía, al terminar ellos quedaron fascinados. Cuando se descubre un libro, los autores dan a conocer su alma y se convierten en discípulos de la literatura, capaces de transmitir cosas nuevas.

sábado, 27 de agosto de 2011

AUTOBIOGRAFIA DE TRINIDAD CAMELO

Mis primeros acercamientos a la lectura, escritura y literatura

Mi niñez estuvo enmarcada en un contexto ajeno a los libros, dadas las condiciones socioeconómicas y culturales a las que pertenecen mis amados padres. Nací en un hogar humilde, numeroso y campesino  en Turmequé (Boyacá), allí  viví durante mucho tiempo con mis padres, hermanas, tíos, primos y abuelas, quienes a pesar de vivir un poco retirados de la casa donde residía, compartíamos constantemente alegrías, tristezas y travesuras de niños, pues, los juegos de infantes nos permitían crear mundos posibles, los fines de semana y en fechas especiales, a pesar de la adversidad. Esos amaneceres  y atardeceres tranquilos, donde se escuchaba el cantar melodioso de los pajaritos, el cloquear de las gallinas, el ladrar de los perros, el sonido de las quebradas que rodean la casa  y en fin toda esa mezcla de sonidos que brinda la naturaleza, servían para imaginar situaciones diferentes a las que se vivenciaban en mi dulce hogar.
Este contexto, fue favorable para aprender la lectura de la manera más agradable y sencilla, puesto que de los disgustos de mis padres, aprendí a interpretar las dificultades de los adultos cuando se carece de recursos y se tiene una familia numerosa, de las peleas con mis hermanas a pesar de mi corta edad interpretaba las diferencias existentes entre unas y otras, o simplemente la responsabilidad que teníamos que afrontar las mayores para criar a las menores. Pero, de los juegos entre primos y hermanas, resultaba ser una situación interesante cuando cada uno asumía un rol para caracterizar diferentes profesiones, donde la más común era ser “profesor” y estudiantes; en ese momento nos daban cuadernos viejos pues aunque no sabía escribir, hacía garabatos para hacerme entender,  los cuales eran corregidos por mis hermanas preguntándome por lo que había escrito.
Así transcurrieron los días de mi infancia, donde no se tenía ningún acercamiento a los libros en forma física, ni tampoco a los cuadernos, ya que mis hermanas mayores eran quienes podían contar con ese tipo de material. Entonces, surgió la idea de utilizar los tizones de los palo para  dibujar en las paredes de la casa  pintadas con cal, en ese lugar rayaba, hacía figuras deformes asegurando haber dibujado mi familia con  palos y bolas, o los diferentes elementos de la naturaleza que observaba a mi alrededor. Ese era el tablero con el cual contaba para escribir. Igualmente, cantábamos  rondas tradicionales como Arroz con leche, el lobo, entre otras.
No obstante, estas aventuras de estudiante inexperta estaban acompañadas de cuentos narrados por mi abuelita o por mis padres en las noches, era frecuente escuchar de mi abuelita la casita de chocolate, (cuento llamado Hansel y Gretel), en ese instante, tal vez por la manera que era contado daba la posibilidad de imaginar cada  escena escuchada hasta el punto de hacerla creíble, pues aunque mi abuelita no sabía que dicho cuento existía escrito en realidad, ella lo contaba porque era costumbre transmitir cuentos en forma oral. Asimismo, pasajes bíblicos  que trataban sobre Sansón,  David y Goliat, Daniel y el león, las Parábolas, entre otros, eran las historias preferidas por mis padres como fieles creyentes, ellos recreaban dichos pasajes con veracidad y respeto hacia el Creador, aunque no se contaba con la  biblia en ese momento en casa, se encargaban de narrar los pasajes. Así esas historias contribuían a fomentar el gusto por la lectura, aunque no se tenían libros.
Mi padre, además quien a pesar de no contar con estudios avanzados, únicamente había realizado el grado primero de primaria, había aprendido a leer y escribir, estos procesos  también tenía por costumbre enseñarlos a sus hijas antes de llevarlas a la escuela; por eso vio la necesidad de ejecutar la misma tarea conmigo. Recuerdo de manera muy grata, la forma como me enseñó a escribir las vocales y las letras que comúnmente se aprenden con método tradicional, en el primer cuaderno que me compró y un lápiz que muy pronto perdí, entonces el tizón se convirtió en ese gran apoyo para esa tarea tan compleja.
Él  se llenaba de paciencia para ensenarme cada vocal, por tanto  tomaba mis manos para realizar los trazos de las vocales, para luego realizar planas completas acompañadas de dibujos, hechos por mi padre, esa tarea la repetía de manera frecuente hasta que la aprendí de memoria. Luego para ensenarme las consonantes m, p, s, n, l, t y demás letras, empleó el mismo método, pero para lograr tal fin compró la cartilla “Nacho”, durante las noches leía y luego me hacía repetir las palabras y oraciones que aparecían en ese texto, de tal forma que así aprendí a leer y a escribir con todas las letras del abecedario. De tal manera que aprendí  a escribir de la forma más amena,  pero faltaba por fortalecer ese proceso. Este fue el proceso que recibí para aprender a leer y a escribir, llegando a la escuela sabiendo estos procesos, porque la meta de mis padres era que sus hijas no debían sufrir los que ellos habían vivido en el contexto escolar debido a la violencia generada por los docentes, debido a la dificultad que se presentaba en estos contextos.
Llegó la hora de ingresar a la escuela. Estaba muy contenta de saber que iba a aprender nuevos  conocimientos, a disfrutar de otro ambiente rodeado de compañeros y una docente cariñosa con sus pupilos, porque mi anhelo desde temprana edad fue estudiar. Así ingresé a la escuela del pueblo, a hora y media de mi dulce hogar, llena de expectativas y muy alegre de estrenar maleta, cuadernos y uniforme. Era muy feliz en ese entonces. Al inicio todo fue muy agradable por las rondas que aprendía, recuerdo las rondas que me enseñaban El puente está quebrado, juguemos en el bosque, tengo una muñeca y canciones como El barquito chiquitico, debajo de un botón, ton que encontró Martín tin había un ratón ton hay que chiquitín,  fueron rondas y canciones que todavía tengo presente en la memoria.
Rosa Elvira era la docente de Grado Primero Primaria, una mujer con carácter fuerte y muy estricta para enseñar a leer y a escribir, quien aplicaba la regla de oro para la época “la letra con sangre entra”, porque al momento de enseñar estos procesos no permitía equivocaciones por parte del lector y escritor, de alguna manera tenia ventaja porque ya conocía las letras y las sabía leer y escribir en palabras y oraciones sencillas. Sin embargo fallaba la memoria porque en algunas ocasiones se me olvidaba debido a los castigos que sometía a mis compañeros, llenándome de nervios y no podía hablar del terror generado por ella. Pero tenía una ventaja al respecto, porque la carilla era misma con la que mi padre me había enseñado a leer y las palabras me las sabía de memoria, y por eso muy pocas veces fui castigada.
Así, Rosa Elvira acompañó de esta manera el fortalecimiento de la lectura y la escritura durante toda la primaria, a ella no le gustaba pedir libros teniendo en cuenta las condiciones económicas de los estudiantes, sino que empleaba los cuentos y libros de la biblioteca del salón para las clases. Tenía por hábito entregar un cuento a cada estudiante, quien debía pasar frente al tablero y leer de manera correcta haciendo la respectiva entonación y pausas según el texto lo indicara, o hacía la respectiva demostración para luego, ser imitada  por el pupilo.
Además, enfatizaba en la buena letra y ortografía al momento de inventar un cuento o cualquier historia, la cual era escrita y después, se leía ante el grupo haciendo las correcciones pertinentes. De esta manera, los recursos valiosos con los que contaba para la lectura y la escritura, eran mis cuadernos, en donde me gustaba repasar lo que se aprendía en clase, porque en mi casa no se tenían ningún tipo de textos.
Con gran ilusión terminé el grado Quinto, y soñaba con iniciar el bachillerato mis sueños quedaron frustrados, al saber que mis padres no tenían los recursos de brindarme la educación secundaria, pues mis hermanas mayores estaban estudiando y debía esperar, con el compromiso de demostrar que en verdad me gustaba estudiar. Entonces esperé un año, tiempo en el que trabajé duro, aprovechando este lapso para leer los cuadernos de las mayores, específicamente los de Español y Sociales, pero también escribía cuentos cortos en cuadernos usados de hojas amarillas, aunque no muy entendibles. Por fin llegó tan anhelado día.
Después de estar un año lejos del aula de clase, inicié con gran entusiasmo a estudiar en La Escuela Normal del Pueblo en  la cual terminé el bachillerato. Rafael de Biología, Jairo de Pedagogía, Francisca de Sociales y Filosofía, Deyanira de Sistemas, Rosa María de Español, Cecilia de Inglés, fueron algunos de los docentes que acompañaron este proceso para fortalecer la lectura y escritura.   Mi primer y único  libro, español sin fronteras 6, tenía textos resumidos y llamativos para leer. Así empecé a leer El Popol Vuh  que ayudó a comprender el origen del mundo interpretado desde el punto de la cultura azteca, El Principito De Saint Exupery daba la posibilidad de imaginar  otros mundos posibles con amor y entrega a los verdaderos amigos, también El relato de un náufrago de García Márquez, donde mostraba la importancia de una persona quien se convierte en héroe pasajero para una sociedad después de haber sobrevivido en el mar durante un tiempo sin comer hasta que logró encontrar tierra firme, héroe que con el tiempo se olvida.
Luego, leí Platero y yo de Juan Ramón Jiménez,  La María de Jorge Isaacs, obra llena de romanticismo y dolor, La Vorágine, Después empezará la madrugada con la que comprendí la violencia   que vivía nuestro país en lugares ajenos al lugar donde vivía y el sufrimiento de estas personas quienes se veían abocadas a experimentar la crueldad del conflicto. Igualmente, Cien años de soledad de García Márquez, en la que muestra el papel de la mujer  desde la formación de las primeras sociedades en Macondo, como subyugada y sometida ante su esposo y la sociedad, además del conflicto por el poder político y militar de dicho pueblo.
 Además, El Túnel de Ernesto Sábato, La ciudad y los perros de Mario Vargas Llosa,  otro texto fue Martin Fierro de José Hernández, en la que narra la vida de un gaucho reclutado por el ejército es sometido a toda clase de atropellos y privaciones, luego de escapar encuentra con sorpresa que fue arrebatada su familia y bienes, lo que motiva a vengar esa situación, entregándose por completo a la bebida logrando sublevar a todos los soldados que deciden huir , siendo perseguido por las autoridades encontrando refugio en los indios. Don Quijote  de la Mancha de Cervantes, La celestina , que relata el amor imposible entre Calixto y Melibea, historia que me hacía llorar porque era fiel creyente en el amor.
De igual manera, poemas de Jorge Luis Borges, Gabriela Mistral, José Martí estuvieron acompañando el cuestionamiento hacia la vida, y con sus letras daban respuestas a mi frecuente decepción de vivir. Todos estos libros y poemas que recuerdo contribuyeron para que desarrollara el gusto por la lectura y escritura de   textos. Puesto que la docente se caracterizaba por saber de memoria la trama de cada una de las historias y exigía que los estudiantes hicieran sus propias producciones de poesías y textos literarios.
Por otra parte, libros como la República de Platón y la Ética a Nicómaco de Sócrates, aunque muy complejos para entender, estuvieron presentes en la formación de procesos antes mencionados. Asimismo, poesías y canciones en inglés  ayudaron a fortalecerlos, pues siempre participé en producciones de poesías siendo publicadas en el mural del colegio, dedicadas a Dios, al amor y a la vida. En momentos de sentimentalismo, aprovechaba para escribir poemas o historias deseando cambiar el rumbo de la vida y de la sociedad, en cuadernos viejos, los cuales quería como el más grande tesoro y los coleccionaba en el transcurso de los años.  Así inicié a formar la biblioteca con los pocos libros que leía en los diferentes grados de secundaria, finalizando el bachillerato tenía una colección de siete libros porque por diversas circunstancias no los pude comprar.

miércoles, 24 de agosto de 2011

¿Cómo hacer para que los niños (los de su aula, sus hijos ) lean más?


Escriba una reflexión sobre ¿Cuál es la
respuesta de Machado a la pregunta : ¿Cómo hacer para que los niños (los de su aula, sus hijos ) lean más?

Quizas la respuesta no sea comprar mas libro, armar una biblioteca en algun espacio de la csa o el colegio, pedir mas libros o simplemnte forzar a la lectura, la respuesta a esta pregunta sugiera mas a un cambio cultural de la perspectiva que tenemos sobre que es lectura, nosotros como maestro y padres somos los que damos el primer acercamiento a la lectura y la escritura, cuando desde nuestro interior nace el interes y este espontaneamente brota e impacta a quines nos rodean, en este caso a nuestros nin@s; con el proposito de que asi como nosotros contagiamos, ellos un dia tambien lograrán contagiar a muchos. A manera personal, hemos escogido 7 pasos que consideramos importantes para hecer que los niños lean mas:
  1. Asegurar un encuentro personal previo con las lectura del maestro o padre: ser portadores de la pasion por la literatura, sin ejemplo no es posible lograr contagiar y/o transmitir algo, quitando de nuestra mente todos los procesos cuantitativos de verificacion de calidad y simplemente fusionarnos con el mundo de la lectura, desprendiendonos de supuestos que nos cohiben a vivirla.
  2. Abrir la puerta: despertar la curiosidad en la puerta que abrimos al dar ejemplo, dar pasos cortos pero seguros del avance, cuando se abre una puerta es sinonimo de oportunidades, de cosas nuevas, es decir, producir en ellos el anhelo de entrar.
  3. Explorar: iniciar la exploracion del mundo de la literatura, observando, preguntando, generando y enriqueciendo diferentes espacios, donde los libros sean como una dulce melodia de impulso de lectura.
  4. Hacer descubrimientos: descubrir el porque, para que, con quien, enriqueciendo procesos como pensar, decifrar, armguemntar, razonar, disentir, unir y confrontar.
  5. Buscar literatura nueva: clasificar lo que lee, tener sentido de lo que lee y en base a los criterios que tiene de literatura y de lo que quiere, buscar más, leer nuevos autores, nuevas propuestas, no con el mismo grado de complejidad y extension que la primera, sino ir mas allá; cada vez más y más hasta sentir que se ha dejado llevar por las olas de la literatura y ya no solo tiene sus pies mojados sino q esta nadando.
  6. Compartir: hablar desde la experiencia, permitir al niño contar, narrar lo que esta viviendo, proponer puestas en comun, debates y lecturas en voz alta.
  7. Producir: escuchar y ser escuchado, interpretar y que otros interpreten lo que quiere decir, precisamente de eso se trata, impulsar a escribir par aue otros lean, apartir de lo que ha leido que se convierta tambien en un persona que vive en una relacion constante y armoniosa con la literatura.

AUTOBIOGRAFIA DE ZAYDA VIVIANA PITA


HOOOLAAAA…. Mi nombre es Zayda Viviana Pita tengo 22 años, nací en el Socorro Santander pero desde los 3 meses de nacida mis padres decidieron venir a a Bogota y por lo tanto he vivido durante toda mi vida allí, cuando inicie a estudiar lo ultimo que imaginaba de diversion era leer, de hecho para aprender a leer y a esribir mis padres me tuvieron que castigar, porque cuando veía las letreas salia a correr; poco a poco cuando le hallé el sentido a todos esos simbolos que veía, empecé a encontrar divertido y muy util la lectura y la escritura. En primaria recuerdo que mi primera profesora se llama Blanca Romero, durante dos años fue mi directora de grupo y ¿como la recuerdo? Como la mejor profesora y un angel que me enseño no solo amar la lectura sino el colegio, el estudio y la vida, es tanto así, que aun nos reunimos a leer un poco y a compartir experiancias dado que ahora sigo sus pasos. Durante mi primaria leí libros que me marcaron la vida... “Aventuras de un niño de la calle de Julia Mercedes Castilla, editorial Torre de Papel Amarilla; quizas no sea un libro muy famoso pero marco mi vida para siempre, tambien “¿quien se ha llevado mi queso? De Johnson Spencer”, “Cronica de una muerte Anunciada, de Gabriel Garcia Marquez” y toda la coleccion de Clara y su gatos, juguetes y hermanos de la Torre de papel, eran muy divertidas.

Despues de la primaria no conte con tanta suerte, asi que no se leía mucho, solo se escribia  y el profesor le gustaba que nos aprendieramos todas las normas gramaticales para el español, asi que la mayoria de clases se trataban de como usar bien el español; en grado 10 y 11 inicie clases con un nuevo profesor, que me dejaba sin palabras, era un hombre muy inteligente, el nos enseño a estudiar y a valorar la poesía, asi mismo a interpretarla y a crear nueva; desde actividades casuales siempre proponía temas interesantes para que escribieramos, y nos quitó a muchos el miedo de compartir nuestros escritos; el ultimo dia de clase le dije: “Profe, si en algun momento de la vida, tengo la oportunidad de enseñar, quiero ser un ejemplo y dejar una huella en los corazons de aquellos que tengael privilegio de acompañar por el camino de la vida”, hace unos años volví al colegio, le conté que actualmente estoy estudiando Licenciatura y solo me dio un abrazo y me dijo: “si sientes pasion por la lectura y la escritura, tendras mucho exito, te felicito, escogiste una profesion de valientes”.
Fui docente durtante 2 años de Español y fue una expericnia maravillosa, despues logré trabajar durante 1 año y medios en una IPS con niños con Autismo y  trastornos en el desarrollo en el area Inetectual pare la creacion y adaptacion de estrategias de lectura y escritura, en ese tiempo se lograron muchos resultado y pese a muchos diagnosticos dada las discapacidades de lenguaje de estos chiquitos, en este momento se encuentras escolarizados, leen y escriben, pero lo mejor es que se divierten haciendolo y lo encontraron útil e interesante dentro de su vida. En este momento me encuentro viviendo en Rotterdam Holanda y aunque es muy dificil encontrar personas de habla española y mi forma de comunicación sea en otros idiomas, me ha servido mucho lo que he aprendido porque trabajo con 2 niños y desde su idioma estamos describiendo juntos el mundo de la literatura; gracias  Dios y  todas las personas que han ayudado a mi crecimiento como profesional y persona, quiero seguir adelante y siempre enseñar y entregar lo mejor de mi.

AUTOBIOGRAFIA DE DIANA CONSUELO MARTINEZ


Mi nombre es Diana Consuelo Martínez Rodríguez, nací en un pueblo hermoso llamado Tabio, municipio verde de Colombia, donde se respira   tranquilidad  y  torbellino, tengo 6 hermanos y mis padres son dos típicos campesinos, acostumbrados a cultivar la tierrita, en mi casa siempre ha existido la huertita de mazorca, frijol, tomate de árbol, moras, cebolla, duraznos, ciruelas, etc.
Estudie mi primaria en una escuelita de mi municipio, llamada escuela Camilo Torres y allí me enseñaron a leer y escribir,  tradicionalmente, cuando termine quinto me pasaron al colegio de las monjas llamado Nuestra Señora del Santísimo, en el cual aprendí a amar la lectura, ya que las monjitas tenían una gran biblioteca y nos permitían ir en el descanso. Para mí, ir a la biblioteca era lo más mágico que se puedan imaginar, ya que en mi  casa no tenía la oportunidad de tener tantos libros, pero a pesar de no tener tantos libros en mi casa, los pocos que habían mi mamá se los leía y se los releía, ya que era la única oportunidad que ella tenía para aprender y le encanta leer.
En octavo de bachillerato lamentablemente se termino el colegio y me pasaron para un colegio en Cájica llamado Colegio Colombo Hispano, era un colegio que estaba empezando y por lo tanto no tenía tantas cosas y entre ellas una biblioteca y tampoco di con buenos maestros que les gustara leer y que así pudieran transmitir esta pasión.
Me case a los 20 años y deje de estudiar 10 años, pero nunca es tarde, porque los sueños si se cumplen y empecé a estudiar  de nuevo y de esta forma he afirmado que enseñar es mi pasión y he aprendido que leer es viajar, es recrear los sueños, es volar sin alas, que si a mí me gusta leer a mis hijos les encantara, y de hecho les fascina leer, que si yo les leo con agrado a mis estudiantes ellos van a aprender a leer sin estar  obligados y de esta forma van aprender mucho mejor.

BIENVENIDA

Bienvenidos a este blog, donde compartiremos con todos ustedes nuestro ideal como maestras de literatura que no es solo pronunciar conceptos y leer sin sentido, sino vivenciar en el quehacer diario la maravillosa experiencia de tener un libro en las manos, sumergiendose en la lectura y en la escritura de literatura con pasión.